Seguro que alguna vez se te ha planteado esta pregunta: ¿soy un inversor profesional? Puede que por tu experiencia pienses que sí, pero no es tan sencillo. Si somos profesionales o no, no es algo que nos toque decidir, sino que es la Directiva Europea sobre mercados de instrumentos financieros (MiFID) la que establece los requisitos para pertenecer a un grupo u otro.
¿Por qué se hace esta distinción? La respuesta se resume con una palabra: protección. Esta normativa vela por la seguridad de los inversores y establece distintas medidas según el nivel de conocimiento que tengan y su patrimonio, por lo que un inversor recibirá distinto tratamiento dependiendo de si está categorizado como profesional o minorista. Será la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores) quien se encargue de supervisar su cumplimiento.
Entonces, ¿soy o no soy un inversor profesional?