Existen varios tipos de fondos que invierten en capital privado, FCR, FIL o FILPE son los principales y se diferencian en los mínimos de inversión, su grado de liquidez o aspectos como las limitaciones y posibilidades de inversión que tienen.
A lo largo de esta entrada te explicamos cada uno, qué diferencias guardan entre sí y para que tipo de inversor están diseñados.
Un FCR es un fondo de capital riesgo o capital privado. Dentro de esta categoría encontramos diferentes tipologías, por ejemplo, fondos de Private Equity o Venture Capital.
Los FCR suelen ser inversiones a largo plazo, generalmente, comprenden periodos entre 3 y 10 años, por lo que son fondos ilíquidos.
Para estos fondos, el mínimo de inversión para un minorista es de 10.000 euros, siempre que no suponga más de un 10% de su patrimonio y que cuente con asesoramiento (si su patrimonio no supera los 500.000 euros).
Sin embargo, normalmente, los fondos establecen mínimos de entrada mucho más elevados y en ocasiones prohibitivos, algo que cambia gracias a Crescenta.
Por otro lado, encontramos los fondos de inversión libre (FIL) o Hedge Funds, que se comercializan a clientes profesionales que inviertan al menos 100.000 euros. Su principal característica es que tienen menos restricciones de inversión.
Según explican desde la CNMV (Comisión Nacional de Mercados), pueden invertir en cualquier tipo de activo, seguir la estrategia de inversión que consideren más apropiada y endeudarse en mayor medida que el resto de los fondos (hasta varias veces su patrimonio). También son productos ilíquidos, y tienen la posibilidad de permitir los reembolsos solo cada tres o seis meses.
Además de los FCR y FIL, existen los FILPE (ELTIF, en inglés). Este tipo de fondo se creó para facilitar la inversión a largo plazo en la economía real.
Es el único tipo de fondo destinado a inversiones a largo plazo que puede distribuirse a través de las fronteras entre inversores tanto profesionales como minoristas. Pero, debido a limitaciones en el proceso de distribución y a normas sobre la composición de las carteras, solo se ha puesto en marcha un número reducido de fondos.
Para solventarlo, se está trabajando a nivel europeo en los llamados ELTIF 2.0, que eliminarán, entre otras, las restricciones de mínimo de inversión. Esta es una gran noticia para el inversor minorista, ya que será el gran beneficiado, pero también lo es para Crescenta, muy bien posicionada para ser un “early adopter” y así fortalecer su misión de democratizar la inversión.
El nombre de un fondo esconde mucha información que puede ser de utilidad. A pesar de que parezca un sinsentido de letras y números, nos puede dar muchas pistas sobre quién lo gestiona, cuál es su estrategia de inversión o qué tipo de vehículo es.
Veamos un ejemplo:
En primer lugar, suele aparecer el nombre de la gestora del fondo (KKR). El siguiente término nos da información sobre dónde y en qué invierte el fondo (North América) y el número nos indica el número del fondo (XII).
Además, podemos encontrar siglas como FI, UCITS, ETF, que nos indican el tipo de vehículo, u otras que indiquen la divisa (EUR o USD).
Autor
Crescenta
Los FCR, FIL y FILPE se diferencian en los mínimos de inversión, su grado de liquidez o aspectos como las limitaciones y posibilidades de inversión que tienen
El mínimo de inversión en un FCR para un inversor minorista es de 100.000 euros
Los ELTIF 2.0 eliminarán las restricciones de mínimo de inversión
Al hacer clic sobre cualquier término subrayado, aquí podrás ver una definición y ejemplo de cada concepto
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